viernes, 23 de enero de 2009

DAR Y RECIBIR

El universo se rige por la Armonía, en el todo es compensatorio, lo cóncavo se armoniza con lo convexo, lo izquierdo con lo diestro, lo alto con lo ancho, es por eso que los orientales dan tanta importancia al Yin y al Yan
La Ley Universal se rige por esta armonía y uno de los postulados de esa
Ley (el mas olvidado y/o mal interpretado por todos) es que -Por cada
cosa que se toma o se recibe se debe dar algo similar-
Si se recibe un favor dar las gracias será de muy buena educación…pero no basta, se debe retribuir haciendo o dando algo a cambio; pero se debe entender bien que devolver por obligación no es retribuir, retribuir es sentir la necesidad interior de corresponder dando a cambio algo tan valioso como lo recibido

Si se recibe ayuda se debe corresponder brindando ayuda; si la ayuda fue económica, la obligación es pagar, pero la correspondencia es brindar ayuda económica a otra persona mas necesitada según la capacidad monetaria de cada quien;
si la ayuda recibida fue un servicio corresponderá brindar servicio. Ejemplos:
si en un momento por determinada razón no pudimos hacer un trámite y alguien se brindó amablemente a hacerlo por nosotros, algún día cuando esa persona necesite una ayuda es nuestro deber brindársela, es una deuda que se debe saldar (y hacer el mismo favor a otros es su interés)
Una amiga desinteresadamente nos arregla siempre las manos, pero sabemos que ella no puede hacer una determinada cosa, la correspondencia será brindarnos a hacerla por ella, sin poner en la balanza si es mas o menos que lo que ella nos brinda

¿Pero que sucede cuando no acatamos esta Ley de correspondencia, cuando tomamos o aceptamos sin dar nada a cambio?
Sucede exactamente lo mismo que cuando tomamos dinero prestado, si no pagamos, la deuda se acumula y los intereses son cada vez mayores, hasta que llegará el momento en que nos exijan que paguemos
Lo terrible, tratándose de la desobediencia a esta Ley, es que si no se fueron pagando esas deudas fueran grandes o pequeñas, las deudas y sus intereses se irán acumulando y el día que se exija su pago no será en cuotas, habrá que pagarlas todas juntas y si las deudas (aun las mas pequeñas) fueron muchas, muchos serán los dolores, las ingratitudes y las decepciones que se tendrán que sufrir
No quedará un favor, una lágrima o un dolor que no reclame su satisfacción
- Ojo por ojo y diente por diente, esa es la parábola de la Ley del Talión -

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