lunes, 3 de diciembre de 2012

PIENSE Y HAGASE RICO


90. EL ALMACÉN DEL MAGNETISMO PERSONAL

Piense y Hágase Rico. Napoleón Hill

Un profesor, que ha entrenado y dirigido los esfuerzos de más de 30.000 vendedores, hizo el asombroso descubrimiento de que los vendedores más eficientes son aquellos que poseen una elevada naturaleza sexual. La explicación la encontramos en el hecho de que el factor de la personalidad conocido como «magnetismo personal» no es ni más ni menos que energía sexual. Las personas de elevada naturaleza sexual poseen siempre una gran reserva de magnetismo. Esta fuerza vital puede ser utilizada, a través del cultivo y la comprensión de la misma, como un elemento de gran ventaja en las relaciones entre las personas. Es posible comunicar esa energía a los demás a través de los siguientes medios:

1. El apretón de manos. El contacto de la mano indica al instante la presencia de magnetismo, o la falta del mismo.

2. El tono de voz. El magnetismo, o la energía sexual, es el factor capaz de colorear la voz, o hacerla musical y encantadora.

3. Postura y porte del cuerpo. Las personas de elevada naturaleza sexual se mueven con energía, gracia y facilidad.

4. Las vibraciones de pensamiento. Las personas de elevada naturaleza sexual mezclan la emoción del sexo con sus pensamientos, o pueden hacerlo así a voluntad, y, de ese modo, influyen sobre quienes les rodean.

5. Adorno del cuerpo. Las personas de elevada naturaleza sexual suelen ser muy cuidadosas en cuanto a su apariencia física. Suelen seleccionar ropa de un estilo conveniente para su personalidad, figura, complexión, etc.

Cuando contrata a los trabajadores de su sección, el director de ventas más capaz busca como primer requisito de todo vendedor la cualidad del magnetismo personal. Las personas a las que les falta energía sexual nunca llegarán a ser entusiastas, ni inspirarán entusiasmo, y éste es uno de los requisitos más importantes de todo vendedor, sin que importe lo que venda.

El portavoz público, el orador, el predicador, el abogado o el vendedor al que le falte energía sexual es un «pesado» en cuanto a su capacidad para influir sobre los demás se refiere. Si a ello se añade el hecho de que la mayoría de la gente sólo es influible a través de una apelación a sus emociones, comprenderá usted la importancia de la energía sexual como parte de la habilidad innata de un vendedor. Los buenos vendedores lo son porque transmutan, consciente o inconscientemente, la energía del sexo en entusiasmo de ventas. En esta afirmación se puede encontrar una sugerencia muy práctica en cuanto al verdadero significado de lo que es la transmutación sexual.

El vendedor que sabe cómo apartar su mente del tema del sexo y dirigirla hacia el esfuerzo de venta con el mismo entusiasmo y determinación con que la aplicaría a su propósito original, ha adquirido el arte de la transmutación del sexo, tanto si lo sabe como si no. La mayoría de los vendedores que transmutan su energía sexual, lo hacen sin ser en absoluto conscientes de ello, ni de cómo lo están llevando a cabo.

La transmutación de la energía sexual exige más fuerza de voluntad de la que la persona ordinaria dispone para este propósito. Aquellos a quienes les resulta difícil reunir la fuerza de voluntad suficiente para la transmutación, pueden adquirir esta habilidad gradualmente. Aunque eso requiere fuerza de voluntad, la recompensa que se obtiene con esta práctica hace que el esfuerzo valga la pena

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